Bien, esto viene por una pregunta nueva de Ask. La pregunta es esta Y la respuesta la dejo más abajo. Espero que os guste, y si queréis comentar ya sabéis dónde hacerlo.
Era una tarde fría y oscura de Noviembre. Apenas eran las seis de la tarde y el sol ya se había puesto. En el cielo sólo brillaban las estrellas mientras que la luna estaba oculta. Aquellos días eran en los que Victoire se sentía más sola que nunca, y no sabía porqué. Tenía todo lo que quería, era Vic, Victoire, o incluso Delacour. Tenía lo que siempre había deseado, tenía lo que todos querían, pero no podía dejar de pensar en lo que había pasado años atrás, en aquello en lo que llevaba pensando meses y no se podía quitar de la cabeza.
La Madriguera, cuatro de una de las tardes más calurosas que había tenido todo el verano. El viento apenas soplaba y sólo se podía estar o bien dentro de la destartalada casa, y sólo una cabellera rubia se encontraba en la sobra que el árbol que había cerca. Siempre sola, siempre apartada de los demás que parecían haberse acostumbrado a vivir sin ella. Y que cuando tenían que convivir con aquella muchachita rubia sólo rezaban para poder escapar de allí lo antes posible. Un libro en el regazo, y un pequeño susurro en un melódico francés era lo único que allí se podía escuchar, pero con mucha atención. Una figura de pelo azul salió de la casa para acercarse hasta la muchacha, y sentarse a la sombra que el árbol brindaba cuando estaba cerca. El susurro cesó, y durante unos instantes antes de que Teddy dijera nada.
- Vic, ¿estás segura de que quieres irte a Francia? Aún quedan dos años para que tengas que empezar el colegio, y ....
- Oui -pronunció ella levantando la mirada del libro y cortando el discurso que él traía. Con esa apariencia tan adulta que parecía mostrar siempre, con esa coraza incluso con la única persona que siempre la había querido- Beauxbatons es mucho mejor colegio que Hogwarts, es menos peligroso y el uniforme es mucho más bonito.
- Pero Vic, por eso no tienes que irte antes. Y el francés no es una escusa
- Teddy, no voy a cambiar de opinión. Me voy a la France. Está decidido -repitió cortando de nuevo al peliazul que agacho la mirada y comenzó a juguetear con la hierba.
Así era Vic, tozuda hasta la saciedad, obcecada como lo fuera Bill y una protectora de sus sentimientos como Fleur. No dejaba que nadie se acercara a ella, que nadie la conociera. Y si la conocías, daba igual. Lo único importante era parecer fuerte, decidida e inamovible. Cosa que a Teddy le conseguía sacar de quicio. No entendía la postura de la muchacha rubia, y no se creía que tuviera problemas con el francés y por eso se fuera dos años antes de empezar el colegio con su tía; es más, estaba casi seguro de que el echo de que su madre estuviera esperando un bebé tenía mucho que ver con el repentino interés de Victoire en ir a estudiar a Francia. Pero... luchar contra ella, por mucho que aún tuviera nueve años, era como darse de cabezazos contra una pared que no se rompería antes que tu cabeza. Resignado se alzó para volver a la Madriguera y el ambiente fresco que ella le brindaba mientras Vic volvía a la lectura de su libro favorito. Pero algo movió al chaval y lo único que supieron ambos con certeza es que los labios del uno estaban sobre los del otro, y segundos después una mata de pelo rojizo corría hasta la casa mientras que la rubia se quedaba sentada y paralizada.
De esa tarde había pasado ya mucho tiempo, pero desde finales de ese verano las cosas habían cambiado. Nunca le dio importancia a ese beso tonto, no más allá del primer mes, pero desde aquella bronca con Teddy... Todo se había salido de madre, ella le llamó "acoplado de familias", "huérfano carente de amor"; y él a ella "niña malcriada" y "criaja insensible". Desde entonces todo parecía haber ido a peor. Y esa pequeña tontería había vuelto a la memoria de Victoire. ¿Qué quería decirle su cabeza? ¿Por qué no desaparecía otra vez en su memoria como había sucedido durante casi 4 años? ¿Por qué la atormentaba de aquella manera?